Parece ser que el joven adquirió en ese mismo día la PlayStation 3, no se le ocurrió mejor cosa que jubilar su ya obsoleta PS2, ya que no la iba a necesitar. Y por lo visto decidió orinar sobre el aparato sin primero comprobar si este estaba desenchufado.
El resultado fue de pura lógica, acabo electrocutándose y fue tal la descarga que recibió que fue impulsado contra la pared contraria, dejándolo inconsciente por unos minutos.
Sus compañeros consiguieron reanimarlo, pero tuvo que ser trasladado a un hospital cercano. Aunque el joven no debía temer por su vida, si tenia considerables lesiones en el pene, producido por la descarga recibida.
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