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jueves, 17 de noviembre de 2011

Para defender el amor, China promueve “casamientos desnudos”

Preocupadas por la excesiva ambición “material” de las novias, las autoridades han modificado las leyes, estableciendo nuevas modalidades de enlace paraevitar las bodas “por interés”
No se trata de que los novios se presenten ante el altar como Dios los trajo al mundo, sino de matrimonios sin bienes en común.
 ”La fuerte necesidad de una propiedad ha afectado los fundamentos del verdadero amor”, dijo al diario South China Morning Post Lu Ying, de la China Law Society. Sincero, el hombre admitió a continuación que “no se supone que sea tarea de la ley corregir valores errados, pero no hay una mejor manera de lidiar con el problema”.
En concreto, la Suprema Corte del Pueblo de China reinterpretó las leyes sobre casamiento para revertir la importancia que los contrayentes -en especial las mujeres, según dicen- ponen actualmente en las propiedades del futuro cónyuge.
Según consigna un blog del Financial Times, el tribunal decidió que, si una pareja se divorcia, la mujer no recibirá la mitad de la casa si ésta fue comprada por los padres del marido. El fallo de los jueces supremos tiene por objetivo contrarrestar la tendencia de los jóvenes de interesarse más por el patrimonio que por los valores del elegido o elegida para contraer enlace.
Casarse sin poseer en común un apartamento o casa es lo que se llama un “casamiento desnudo”.
La nueva disposición en la materia parece también tener en cuenta los intereses de los padres que invierten todos sus ahorros en comprarles un piso a sus hijos para que puedan casarse, pero que no están seguros de gozar de la simpatía de sus eventuales nueras.
Ahora bien, de acuerdo con el Christian Science Monitor, otro motivo por el cual los “casamientos desnudos” (naked marriages) están de moda es el alto precio de las propiedades en la capital china. Esto lleva a que algunas mujeres acepten casarse aunque el futuro esposo no esté en condiciones de brindarles un techo propio; lamínima exigencia requerida hasta ahora por las novias chinas.
Tradicionalmente, el novio llevaba a su esposa a casa de su familia. Con el tiempo, y en especial en las ciudades más modernas, esa costumbre se convirtió en la expectativa de la mujer de que su futuro esposo compre un techo para compartirlo con ella, en general con ayuda de sus padres.
Un departamente en Pekín tiene un precio promedio equivalente a 32 salarios anuales de un empleado de clase media.
Este encarecimiento lleva hoy a muchos a casarse aún sin tener propiedad en común. Sólo para estar juntos. Es decir que lo que no logre la ley, quizá lo pueda el costo de vida.
“Cada vez más gente se está casando sin auto ni casa”, dijo Zhu, empleado de una agencia inmobiliaria que ha debido postergar su boda por falta de fondos. “Son tantos que el asunto ya tiene nombre: casamiento desnudo”, agregó.
Algunos renuncian también a la ceremonia.
El Monitor también cita el caso de Li, un ingeniero informático, que asegura que tanto él como su prometida creen que “es más importante encontrar a la persona adecuada que la casa correcta“. Y ella se mostró comprensiva: “Nuestro padres no pueden ayudarnos a comprar en Pekín y no ganamos lo sucifiente. Resolvimos el problema con un casamiento desnudo”.

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