Se trata del abogado Mauricio Berroa, quien está preso desde ayer en el Palacio de Justicia de la avenida Charles de Gaulle porque tomó una llamada telefónica cuando participaba en una vista de conciliación ante la Fiscal de Asuntos de Familia.
Pienso que arrestar a alguien por responder una llamada telefónica es “un abuso incalificable y de verdad ojalá que lo suelten. Pensábamos que la cultura del tránquelo había terminado en la República Dominicana.
Deberían analizar la posibilidad de someter a justicia a ese fiscal por abuso de poder.
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